5.9.13

Contenido extra de la Saga Lux !!

¡ Hola lectores !
como pronto empezaré a leer esta saga, he decidido dejaros aquí un poco de contenido extra, así como algún capítulo eliminado. Espero que os parezca tan interesante como a mí.

Para ver capítulos contados por Daemon Black en Obsidian ( Primer Capítulo, Porche y Batalla ) ir AQUÍ
Y ya de paso os dejo una escena eliminada, también de Obsidian que ocurre antes de la escena del ordenador y después del baile.
HELADO

Daemon y yo nos fulminamos con la mirada desde esquinas opuestas de mi porche. Bueno, yo estaba haciendo la mayor parte de la mirada y él estaba generalmente sonriendo.

-Puedo sentarme aquí toda la noche- dijo él, apoyándose en la barandilla, como si realmente planeara acampar aquí. Pensé en el día en que me invitó a la piscina. Cuando de provocar se trataba, el chico podía ser tan determinado como era de molesto- si quieres tomar helado, voy contigo.

Las llaves del auto se enterraron en la palma de mi mano.

-No quiero que vengas conmigo-
-No. Me. Importa.

Por un segundo, me entretuve con visiones de volar a través del porche y acuchillarlo con las llaves –aunque, no en su bello rostro- como un ninja.
Se pasó una mano por su pelo, apartándolo de su frente.

-La única otra opción para mi es que Dee te consiga algo.
-¡Ella va a comérselo todo antes de que incluso llegue aquí!

Sus labios se crisparon.

-Ahora, eso es muy cierto. Entonces creo que llevaras tu alegre pequeño trasero- hizo un gesto hacia mi puerta con una mano- de vuelta a la casa, donde no hay helado ni hay jarabe de chocolate.

Suspiré. No era como si yo no entendiera por qué no podía deambular por mí misma. Todavía había un Arum alrededor y desde que yo brillaba como una bola de disco, era un objetivo. Pero ya había alcanzado mi aceptable Daemon-Límite por un día.

-O chispas del color del arco iris- añadió maliciosamente- o esas geniales pequeñas cucharas que te dan en esta tienda perfecta en la ciudad.

Tomando una profunda respiración, me crucé de brazos.

-Eres muy malo.
-¡Oh! Y definitivamente no hay helado suave en tu casa. O conos de helado. O helado en general.
Gemí, luchando contra el impulso de golpear mi cabeza contra el costado de mi casa.
-Dios, te odio algunas veces.

Daemon destelló sus dientes blancos.
-No, no lo haces.
En lugar de discutir con él, caminé hacia adelante
-Vamos. Nos vamos.
-Por fin. Has entrado en razón.

Antes de que pudiera responder o hacer algo, él me arrebató las llaves de mi mano.
-¡Oye!- grité- ¿Qué crees que estás haciendo?- Daemon ya estaba al lado de mi sedan, abriendo la puerta del conductor.
Odiaba cuando sacaba esa mierda de súper-velocidad. Me envió una mirada inocente

-Lo siento. No confío mi vida en tus manos conductoras.
Rodé mis ojos mientras llegaba pisoteando al lado del pasajero.
-Está bien. Conduce. Lo que sea

Se rió entre dientes, y mi piel picó con irritación y… y yo no sabía que otra cosa había allí. ¿Diversión? Sí. Nadie había llegado a mí como Daemon. En un momento me tenía lista para ir atómica sobre él y al siguiente yo sentía toda clase de cosas que no tenían sentido.
Pero él me había salvado la vida. ¿Cuántas veces ya? ¿Tres? Probablemente más si cuento el oso y cuando él paró por mí al otro Luxen.
Jesús, yo era una molestia.
Y se quedó conmigo después del baile. No porque se sentía obligado, sino porque él sabía que yo tenía miedo. En el fondo, Daemon podía ser un chico decente cuando quería.
Discutimos todo el camino hacia la ciudad: sobre la estación de radio, el límite de velocidad, si mis frenos necesitaban ser reemplazados, y del porque debería conseguir mejores neumáticos antes de que nieve. Cuando finalmente llegamos al comedor “Mom and Pop”, Daemon se bajó primero del auto, golpeando las cerraduras automáticas antes de que pudiera abrir la puerta.

-¡Argh!- pegué el botón de desbloqueo y tiré de la puerta para abrirla- Idiota.
Lanzándome una sonrisa socarrona sobre su hombro, abrió la puerta para mí.
-Las damas primero.
Harta, me moví un poco hacia adelante, medio esperando que la cerrara en mi cara, pero cuando no lo hizo, murmuré:
-Gracias.
Su risa profunda envió escalofríos sobre mi piel.
-Suenas tan sincera- dijo, deslizándose a mi alrededor- entonces, ¿estás en ánimo de…?

Hubo una súbita imagen de él presionado contra mí, sus manos sobre la piel desnuda de mi estómago. Mi pecho se calentó. Tal vez sigo  pensando en ese momento porque Daemon estaba dormido y por lo tanto podía abrir su molesta boca.

Daemon se inclinó y murmuró:
-Helado, Kitten. Estoy hablando de helado.
-Lo sé.

 Lo empujé, pero fue como intentar mover una montaña. Él no iba a ningún lado, y me di por vencida cuando él dejo caer su brazo sobre mis hombros. Se dirigió lejos del grupo de cabinas pequeñas y hacia la caja de cristal que llevaba el letrero HELADO PARA CUALQUIER TEMPORADA. En el momento en que vi las cubetas de bondadosa crema, mi estómago gruñó.
Había tantas opciones. Sobre todo muchos sabores de temas de otoño –calabaza, calabaza especiada, mantequilla de manzana (ew), pastel de nuez, y así sucesivamente. Daemon ordenó una combinación de los sabores de otoño que hizo a mi estómago dar vuelta, y me decidí por un tazón de chocolate y vainilla. Por supuesto, tenía a la chica detrás del mostrador volcando jarabe por el camión de carga y haciendo llover chispas.
Llevando nuestros tazones a la cabina de la ventana trasera, nos sentamos. Había sólo otras dos personas sentadas en el comedor, y si no fuera por los viejos éxitos tocando en la radio, el silencio hubiera sido insoportable.
Ya era malditamente incómodo.
Cavé en mi helado como si no hubiera comido en dos semanas. No era una gran devoradora de helados, pero hombre, cuando tenía un antojo por ello, era malo. Y esto fue perfecto. El jarabe era como un pequeño lago de chocolate en mi tazón.
Mirando hacia arriba, encontré que Daemon me miraba con ojos entornados.

-¿Qué?
Se encogió de hombros.
Sentí calor deslizándose por mis mejillas
-¿Estás viéndome comer?
-Sí- él metió una gran cantidad de helado en su boca.
-Eso no espeluznante ni nada- giré la cuchara a través del helado- ¿puedes mirar a otra persona?

Uno de los lados de sus labios se curvó hacia arriba.
-No quiero mirar a otra persona.
Mi estúpido corazón dió un vuelco como si aquella afirmación fuera una declaración de amor.
-¿Siempre haces lo que quieres?
Tosió una carcajada.
-No del todo, Kitten. Además, casi no hay nadie más aquí. Creo que la otra mujer tiene como ochenta y cinco. Eres mejor para mirar.
-Caray, Gracias.
-De nada.
Rodé mis ojos. El silencio cayó entre nosotros, y luché por encontrar algo de qué hablar.
-¿Vienes aquí a menudo?
No respondió inmediatamente y las líneas de su rostro se tensaron.
-Solíamos.
Me tomó un momento el entender que quería decir y sentí mi pecho apretarse.
-¿Solíais?

Una mirada distante se arrastró en sus verdes ojos. “Solíamos venir aquí todas las semanas con… Dawson. Al igual que Dee, el helado era otro grupo de comida para él.”

Aparté la mirada, dolida por él y Dee. “¿Y ya no vienes aquí con Dee?”
“No.” Probablemente porque era muy difícil para ellos, y tenía la sensación de que Daemon evitaba todo lo que le recordaba a su hermano. Me pregunté por qué él ha elegido este lugar, porque podía decir por sus rígidos movimientos, los recuerdos aún duelen.

Me mordí el labio mientras jugaba con mi cuchara, sin tener más hambre. No sabía lo que era perder a un hermano, pero sabía lo que era perder a alguien a un ser querido. Quien dijo que el dolor desvanece con el tiempo estaba lleno de ello. Claro, el dolor no venía tan a menudo, pero cuando lo hacía; era como ser apuñalado en el corazón por un opaco cuchillo de mantequilla cada vez.
-¿Kitten?

-¿Qué?- miré hacia arriba.
Inclinándose hacia adelante, llegó a través de la pequeña mesa, su mano salió disparada terriblemente rápida y luego su pulgar estaba en mi labio inferior, alisándolo con delicadeza. Aspiré una bocanada de aire y mi estómago se hundió. ¿Qué estaba haciendo él?
Nuestras miradas se encontraron.
Me ordené a misma retroceder o apartar su mano, pero mi cuerpo a toda máquina se negó a escuchar al sentido común. En cambio mi cuerpo empezó a recordarme lo que sentí esta mañana al despertarme, con las manos de Daemon en mí, su peso una deliciosa, embriagadora nueva experiencia, y cómo en ese momento, nada parecía importar excepto él y yo.
Daemon sonrió.
Calor inundó mis mejillas. Algunas veces me preguntaba si él en realidad podía leer las mentes y estaba mintiendo sobre ello.
Sus dedos permanecieron junto a mi barbilla durante unos segundos demasiado largos y luego se recostó, levantando su cuchara.
-Tenías helado en tus labios.
-Oh.
Sus pestañas bajaron, protegiendo su mirada verde brillante.
-Está bien. Mentí.
Parpadeé
-¿Sobre qué?
-El helado.
Mirándolo fijamente, incliné mi cabeza hacia un lado.
-¿Estabas mintiendo sobre el helado estando en mis labios?
Daemon asintió.
-¿Por qué?-mi labio inferior se estremeció gratamente.
-¿Por qué no?
Sacudí mi cabeza.
-No tienes sentido.

-Tiene mucho sentido- dejó la cuchara en su tazón vacío y luego se recostó contra la cabina. La sonrisa se deslizó en un ceño fruncido, arrugando la piel entre sus cejas-. Tus labios son suaves.

-Yo…- no tenía idea de que decir a eso. Cómo lo dijo  no lo hizo sonar como un cumplido, como si fuera mi culpa que mis labios fueran suaves- ¿Qué? ¿Los prefieres agrietados y ásperos?
-Sí.
-Está bien, lo que sea- empujé mi tazón a medio terminar. Mi labio aún hormigueaba-. Estoy lista para ir a casa.
Esas ridículas, inducidoras pestañas de envidia se abrieron, y me quedé atrapada en la intensidad de esos luminosos ojos. Aire se escapó de mis labios como una de esas chicas tontas de las películas.
¿A quién trataba de engañar? Daemon convertía a cada miembro del sexo opuesto en una de esas chicas tontas. Yyyyyy mi maldito labio seguía hormigueando.
Él abrió su boca, pero la cerró. Un músculo saltó en su mandíbula.
-Vámonos.
Al no tener idea de lo que había provocado su cambio de humor, fui a agarrar mi basura, pero Daemon se me adelantó,  limpiando nuestros tazones. Lo seguí afuera, pensando que esto sería un tremendamente incómodo viaje a casa.
Por costumbre, me dirigí al lado del conductor, pero recordé que Daemon había requisado las llaves del auto y al parecer, pensaba que yo era la muerte detrás del volante.
Daemon se detuvo y se volvió.
-¿Qué estás…?
Desprevenida, reboté contra el ridículamente duro pecho de Daemon tan fuerte que me tambaleé hacia atrás. Su brazo serpenteó, agarrándome de la cintura. Mis manos se alzaron, aterrizando en su pecho para sostenerme. Sintiéndome como una idiota, mi mirada se elevó la suya.
Todo se congeló.
O por lo menos, nosotros lo hicimos. Ni siquiera creo que Daemon respirara. Estábamos tan cerca que casi todas las partes de nuestros cuerpos se tocaban, al igual que en esta mañana.  Calidez fluyó desde la cima de mi cabeza hasta la punta de los dedos de mis pies.
Su mano se deslizó desde mi cadera, por mi espalda donde se detuvo justo por debajo del borde mi cabello, dejando un camino de zumbidos a su paso. Cuando bajó la cabeza y rozó sus labios sobre mi oreja, puede que hubiera perdido la habilidad de respirar.
-Necesitas ser más cuidadosa, Kitten.

Me sentí asentir.
Daemon no me soltó. Su mano hizo una bola en la parte trasera de mi camisa, capturando los bordes de mi pelo. Un estremecimiento rodó a través de él-o tal vez era yo? No lo sabía. El sentido de la anticipación y el agudo anhelo deformaron las cosas. Su barbilla rozó mi mejilla, y por un momento pensé… No sé que pensé. Y no importó, porque él me soltó y se dió la vuelta. Se sentía como si aún estuviera allí, sin embargo, con su brazo alrededor mío y sus labios peligrosamente cerca. Era una sensación que sabía iba a permanecer, al igual que los sentimientos confusos que saca de mí cada vez que estamos alrededor del otro.

¿ Aún me pregunto porque carajo no se añadió al libro ? Desde luego... este trozo es genial, awww porque nos hacen sufir :( Os seguiré informando,  no os olvidéis de comentar y opinar !


2 comentarios:

  1. :O no sabia que habian capitulos eliminados y concuerdo contigo!!!! me encantaria que lo hubieran puesto en el libro.... dios amoo esta saga y mas a Daemon <3

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    Respuestas
    1. Es una pena, como ya dije, aunque por otro lado, así nos hace más ilusión!
      Yo también amo a Daemon, y me recuerda ahora muchísimo a Dank Walker de Existence, a parte de que la cover es casi la misma, anímate y échale un vistazo.
      Un besito ^^

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